Cuando tenemos un problema de cualquier índole, salud, dinero, relaciones, trabajo, etc. posiblemente nos acordemos de Dios y le pediremos una solución y rogaremos para que escuche nuestra petición para un resultado predeterminado por mi conciencia, un resultado que tenemos en mente y que Dios debiera cumplir si nos esta escuchando, un resultado que nosotros creemos, es el mejor y nos olvidamos que ese resultado o solución esta siendo sacado de los archivos de nuestra mente, de nuestro subconsciente, en donde tenemos guardadas miles de memorias erróneas que realmente no serán la solución perfecta a nuestra solicitud, esperando que Dios actue sobre esa base nuestra, que es una verdadera imperfección.

Si pensamos realmente lo que estamos haciendo, quizás, estamos poniendo miles de limitantes a la infinidad de resultados perfectos que podría tener nuestro problema y con esto estamos bloqueando nuestra conexión y entendimiento con la Divinidad.

El Ho'oponopono nos enseña a dejar nuestro problema en las manos de la Divinidad y olvidarnos de darle instrucciones de lo que debe hacerse, instrucciones que muchas veces son erradas, negativas; esto no debe significar ser indolente o despreocupado frente a situaciones conflictivas o dolorosas, al contrario, significa abrir las puertas al amor, abrir las puertas a la Divinidad para que nos entregue la verdadera solución perfecta, en armonía para todos nosotros. Para esto se requiere el Don de la FE.

Con el Ho'oponopono podremos aprender a limpiar nuestra mente de las imperfecciones acumuladas, para permitir que la Divinidad nos de la perfección que todos merecemos.