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Lo siento, por favor perdoname

By María Soledad Miranda Eguiluz
03 Jul

Lo siento, por favor perdoname

La pregunta que siempre nos hacemos al comenzar la practica del Ho'oponopono es: ¿A quien le estoy pidiendo perdón?

El Perdón te lo pides a ti mismo, a la Divinidad que habita en ti y al ser humano que eres y que a su vez es una partícula de la humanidad completa.

El pedir perdón es el producto de nuestra aceptación.

El camino a la recuperación de la armonía, es el proceso de identificar, aceptar y reparar.

Primero es necesario reconocer o identificar, que es desde nuestra memoria que recreamos las cosas.

Después del reconocimiento, recién puede venir la aceptación: ¡Esa memoria es Mía!, no es de nadie más y soy yo quien al activarla, está trayendo esta situación a mi realidad, a mi vida.

Si lo que estoy reconociendo, trae sufrimiento, entonces pido perdón. La diferencia entre pedir perdón y pedir disculpas es muy grande. Pido perdón desde la aceptación total de mi error.

Pido disculpas tratando de evadir la responsabilidad. Por ejemplo: Llego tarde a una reunión, y digo: "Perdóname por mi tardanza" eso es suficiente, estoy asumiendo el hecho que haber llegado tarde.

Si después de haber pedido perdón se me pregunta porqué llegue tarde puedo explicar las razones, pero así y todo no puedo negar el hecho real : Llegue tarde.

Si llego diciendo, perdóname mi tardanza, PERO, es que el transito está terrible. Ya estoy tratando de evadir la responsabilidad.

El "PERO" que le sigue al pedido de disculpa o de perdón es el que nos aleja del reconocimiento del hecho.

Es cierto que pueden haber muchas razones que contribuyen a la falta, pero el hecho verdadero y contundente, es que hubo un error.

Allí es donde la responsabilidad tomada al cien por ciento, hace la diferencia.

El Ho´oponopono, se inicia con la aceptación del cien por ciento de responsabilidad de todo lo que está en mi realidad, de todo aquello que YO puedo reconocer.

Al aceptar la responsabilidad, me alejo de la culpa. La responsabilidad es la capacidad de generar cambios, si no hay responsabilidad no hay reparación.

Al sentirnos culpables, creemos que seremos castigados, eso nos llena de temor y nos mantiene a la defensiva, y también nos llena de rabia, entonces puede ser que como nos sentimos vulnerables, ataquemos antes de ser atacados. De esa manera comenzamos un ciclo repetitivo, interminable y doloroso.

Cuando tomamos la responsabilidad, autorizamos a la Divinidad para intervenir y transmutar nuestras memorias equivocadas en luz. Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos en Uno. Si estoy utilizando memorias equivocadas de miedo, dolor y carencia, te pido perdón y te las entrego para que Tú, las transmutes en luz.

¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te amo,
 Gracias

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