Hace poco tiempo atrás, noviembre 2012, yo tenía un matrimonio en crisis. Llevaba años de pasarlo mal (incluyendo violencia) y mis hijos pequeños mostraban, también, los estragos de esto.
En Diciembre comencé a conocer Ho'oponopono y en Enero pude participar de un taller. Como por arte de magia, todo comenzó a cambiar de manera suave y fluida. Parecía demasiado bueno para ser verdad; sin embargo, es la realidad que ahora tengo y que no volverá atrás: Un esposo con trabajo bueno y estable, amoroso y respetuoso. Ahora hay dos hijos que disfrutan de ver sus padres hacerse cariño y mi hija mayor volvió a casa a vivir con nosotros.
En poco tiempo han pasado cosas que no sucedieron en 14 años de tortuosa convivencia. Hoy recibo flores y me dedican canciones.
Ho'oponopono se transformó en mi estilo de vida y mis hijas lo han adoptado también, hasta mi esposo lo está intentando.
Estaré eternamente agradecida al Divino Creador por haberme enviado este conocimiento y a María Soledad por su enorme generosidad.

Un abrazo en la luz del amor universal para todos.